O te mueves o caducas
De eso hablaba el título de un anuncio del Renault Clio de los años 90, y es totalmente cierto. El ser humano está programado por la naturaleza para moverse, para estar activo. Hay quien se cuestiona si hacer deporte, cualquier deporte, o no. ¿Qué idea es esa? Es una idea contra natura.
¿Qué es el deporte? Si se lo preguntas a una persona que se ejercita normalmente te contestará en términos de satisfacción, de movimiento personal que le llena y le obliga a ser mejor cada día, que le permite encontrarse consigo mismo, con su propia naturaleza como ser humano, sus niveles de dopamina, de serotonina y endorfinas le producen esa
sensación personal y placentera postentreno que sólo reconoce el que la siente, es un tipo de autosatisfacción, de júbilo, de persona plena. Pero si se lo preguntas a un producto natural de esta sociedad sedentaria, llena de motivaciones para estar sentado en el sofá consumiendo cualquier cosa que le entretenga o consuma su tiempo vital de forma físicamente pasiva, te dirá cualquiera de las definiciones externas que se le ocurran, porque no es una cuestión personal, es exterior a ella.
¿Cómo te sientes cuando haces ejercicio?
Las sensaciones son nuestra comunicación con el mundo exterior; el corredor está inmerso en sus pensamientos, está sintiéndose como él mismo mientras realiza todo el movimiento; el que va sobre la moto a alta velocidad está viviendo el instante, sólo siente en su concentración ese momento con los sentidos alerta, ambos están vivos. Nuestro cuerpo nos habla y se comunica mejor con nosotros cuando le ejercitamos porque es la forma natural en que hemos sobrevivido como especie.
Mujeres y hombres han sido históricamente muy activos: cazar, recoger leña, cosechar, buscar alimentos, perseguir presas, etc., así, por ejemplo, el Maratón proviene de la distancia que recorrió el soldado Filípides para comunicar a los atenienses la victoria contra los persas, la leyenda nos cuenta que cayó muerto de agotamiento tras informar de que habían ganado, pero no fueron los aproximadamente 40 kilómetros los que le mataron, sino hacerlo después de que como mensajero había recorrido los 240 Km. hasta Esparta para pedir ayuda y volvió a la batalla; los atenienses entrenaban y se movían mucho más de lo que lo hacemos ahora y su resistencia era superior a la media actual.
¿De dónde viene esta idea del movimiento y el ejercicio?
Los primeros gimnasios que conocemos eran griegos, allí los jóvenes de clases altas se preparaban para competir en los distintos “juegos”, desnudos, ya que gymnos significa desnudez, pero lo que allí se hacía no era sólo prepararse para defender el honor de su polis, también eran centros de educación con bibliotecas, “men sana in corpore sano” era la cita romana que continuaba con esa tradición en las palestras romanas.
Y es que la salud está ligada al ejercicio de tal manera que es imposible desligar los conceptos, y esto es válido para cualquier civilización histórica o presente. El deporte es el camino saludable hacia una vida enriquecida y equilibrada emocional y mentalmente.
Los beneficios de una vida activa
El movimiento físico continuado nos ayuda a prevenir riesgos cardiovasculares, obesidad, cáncer, osteoporosis y enfermedades degenerativas como la demencia senil, también colabora en nuestra vida sexual, y en la salud mental: mejora la ansiedad, previene la depresión y disminuye el estrés; a lo que hay que sumar una mejora en las capacidades cognitivas, en las habilidades sociales, en la autoestima, en la resiliencia, etc. En definitiva, el deporte es no sólo un hábito saludable, es el medio de dar respuesta a nuestra natural necesidad de mantenernos activos y vivos. O te mueves, o caducas en esta sociedad del ocio pasivo.
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Artículo escrito por Ruben Sánchez, entrenador personal e instructor T-Mov Ground, T-Race y Clubbel, en T-Center.
