Entrenamiento y Medicina, el puente que no interesa construir

En la actualidad, el mundo del entrenamiento y el conocimiento del cuerpo humano en el ámbito del ejercicio físico y la salud crece a la velocidad de la luz. Esto es debido principalmente a la tendencia progresiva del culto al cuerpo, tanto desde el punto de vista estético como el de la salud. ¡Todo el mundo sabe que hacer ejercicio sienta bien! Pero, ¿hasta qué punto es positivo y qué beneficios obtenemos sabiendo utilizar bien este grandísimo arma?

Soy Entrenador Personal, y cuando decidí que quería prepararme durante el resto de mi vida para ser el mejor profesional que puedo llegar a ser, decidí que quería ayudar a la gente a sentirse mejor, a vivir más y con más calidad de vida, a enseñar a las personas que el dolor no es algo con lo que tengamos que convivir y por supuesto, que la ÚNICA RECETA que existe para conseguir todo esto, no la prescriben en los centros de salud.

Actualmente, son muchas las personas que acuden a T-CENTER buscando desesperadamente solución a problemas físicos como dolores relacionados con la práctica del entrenamiento, también con disfunciones y patologías debidas a malos hábitos de vida, e incluso buscando solución a enfermedades con diagnósticos clínicos muy complicados. La sorpresa viene cuando (en la mayoría de los casos) la solución a todos estos problemas tan frustrantes, a menudo tienen un remedio más sencillo y rápido del que creemos. Es aquí donde empieza el lio…

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Pongamos como ejemplo a una persona de mediana edad que hace unos meses tiene dolor en su rodilla, ya prácticamente no puede andar. Acude a su medico y éste le dice que tiene el menisco roto y que tiene que operarse.

La mayoría de las lesiones, disfunciones, patologías y enfermedades son fruto de un mal movimiento, un mal hábito, o un desequilibrio en cualquiera de los sistemas de nuestro cuerpo repetido en el tiempo. Esto desembocará en una compensación hasta crear una “sobrecarga”. Cuando llegamos a este punto, el primer paso es el de solucionar lo antes posible dicha “sobrecarga” y para ello por supuesto disponemos de la medicina.

Hasta este punto todo va bien, después de la operación le recetan analgésicos para poder tener una recuperación menos dolorosa y fin del episodio… HASTA QUE A LOS MESES DE REPENTE, VUELVE A DOLER… ahora esta persona tiene artrosis de la cabeza del fémur!!! ¿QUE ESTÁ PASANDO?

Por supuesto los tejidos del cuerpo humano tienden a degenerarse, en unas personas más rápidamente que en otras y siempre dependiendo de muchos factores, pero en la mayoría de los casos esta degeneración ocurre debido a un mal uso de nuestro cuerpo. Volviendo al ejemplo de la persona operada de menisco, en su caso pudo pasar que dicho desgaste fue generado por un mal patrón de movimiento en su marcha, la mecánica de su movimiento al andar era incorrecta y esto debido a (una descompensación de su columna vertebral, o, a una limitación de movilidad de su cadera, o a una debilidad de su musculatura abdominal… YO QUE SÉ!!! EXISTEN TANTOS MOTIVOS COMO PERSONAS EN EL MUNDO!!!!). Pero nuestro médico con toda buena intención y conocimientos nos ayuda con las herramientas que están a su disposición, la cirugía y los fármacos.

Cuál sería el siguiente paso a dicha cirugía? Por supuesto la rehabilitación… ¿y luego? Por supuesto el ENTRENAMIENTO PERSONAL!! HE AQUÍ EL DICHOSO PUENTE.

¿Sería entonces interesante que en los equipos médicos hubiera integrado un departamento de entrenamiento personal?

Cuanto menos interesante, ya que la salud de la población mejoraría en un tanto por ciento muy alto y no estaríamos curando sino PREVINIENDO. Pero, ¿de verdad interesa a nivel económico?

 

¿Qué repercusión tendría integrar este servicio en hospitales, centros de salud y compañías privadas de salud?

A priori, todo parece que vaya por buen camino, el ahorro económico es evidente teniendo en cuenta que si corregimos el origen de las lesiones, enfermedades etc con ejercicio físico específico, disminuirá la demanda de por ejemplo pruebas médicas con maquinaria de alto coste, pero por otro lado el consumo de fármacos también disminuiría en consideración y quizás esto puede ser uno de los motivos principales por los que no se tome esta gran iniciativa.

 

Volviendo al ejemplo de la persona con el menisco roto, es un ejemplo muy evidente, pero, ¿imagináis hasta qué punto cambiaría la calidad de vida de las personas si llevamos este concepto del entrenamiento personal aplicado a la OBESIDAD INFANTIL?,no sólo disminuiría el número de enfermedades relacionadas con el corazón (primera causa de muerte en EE.UU) Si no que también evitaríamos muchas de las lesiones físicas que ocasionan una vida de sobrepeso y malos hábitos, por no hablar de la inseguridad y la confianza en uno mismo relacionada con una autopercepción negativa personal en la que no se confía en las propias capacidades, en los propios criterios para tomar decisiones, ni en sus habilidades tanto sociales como competenciales.

Esta es mi humilde opinión, la opinión de un entrenador personal con muy pocos años de experiencia en el sector pero mucha energía y actitud en PRO del bienestar, de la vida potenciada al máximo exponente gracias a las NO LIMITACIONES FÍSICAS.

Desde T-CENTER, buscamos empresas aseguradoras de salud que quieran impulsar esta idea, la de ser el PIONERO de algo que sin duda será el FUTURO.

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El entrenamiento personal te ayuda a mejorar tu calidad de vida, a curar patologías y a librarte del dolor.
¡En T-Center tenemos el entrenador perfecto para ti!

Artículo escrito por Víctor Téllez, Co-fundador de T-Center, Coach y Director de equipo de entrenadores personales. Formado con los mejores profesionales del movimiento humano, rehabilitación y prevención de lesiones.

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