Lo primero que se te viene a la mente cuando alguien te dice que respires va a ser un “si eso ya lo sé hacer”, pero eso es una verdad a medias, que hagas algo muchas veces no significa que lo estés haciendo bien, y esque hay un dicho perfecto para este caso y es el que dice lo siguiente: la práctica y la repetición son el camino a la perfección, pero si esta mal ejecutado sólo serás muy bueno haciendo algo mal.

Y esto no viene a ser otra cosa que el hecho de que respiremos todos los días (oh, sorpresa) no significa que lo hagamos bien. La respiración es un patrón de movimiento más, como pueden ser los más comunes que podemos oír como una bisagra de cadera, un empuje, una tracción, etc. Sin embargo este patrón lo repetimos continua e ininterrumpidamente desde el momento que nacemos hasta el momento que morimos, por lo que lo vamos a realizar infinitas veces más que los otros… por lo cual podemos afirmar que es el patrón base sobre lo que se organiza el cuerpo.

¿Y si nacemos sabiendo respirar, por qué nos olvidamos de cómo hacerlo? La respuesta en sencilla, SOCIEDAD Y HABITOS, déjame explicarte: vivimos en la época de las comodidades y facilidades para la vida y de trabajos cada vez más demandantes a nivel cognitivo pero menos a nivel físico, y la suma de todo esto nos lleva al sedentarismo el cuál nos lleva a su vez a una DESCONEXIÓN de nuestro cuerpo olvidando asi cómo éste funciona de una manera óptima y empezando a funcionar a trompicones o como buenamente se ha podido adaptar al medio en el que vivimos. Es cómo si a un mono que vive en los árboles lo sueltas en mitad de Castilla La Mancha, con sus olivos y sus llanuras hasta donde alcanza la vista, quizá se adapte y sobreviva pero seguro que no es el mejor entorno.

Respirar de forma cíclica

Un aspecto fundamental es que para respirar, de forma normal, deberíamos usar la nariz y mantener una respiración cíclica, es decir, que el aire entre y salga de manera continua sin producirse apneas o modificaciones del ritmo. que rompan el ciclo, al menos que estemos en situaciones de estrés como cuando entrenamos. Pero, oh sorpresa de nuevo, ¡vivimos estresados! Por lo que nuestra respiración se va a ver afectada y modificada, primando la inhalación sobre la exhalación y respirando más por la boca ya que ese estrés y excitación nos lleva a “necesitar” más aire constantemente. Pero todo esto da para unos cuantos artículos más… que ya llegarán.

Respiración Coherente o Coordinada

Como punto final te voy a proponer una práctica muy sencilla que puedes realizar en cualquier momento y lugar, sin material ni nada, sólo un sitio y un momento tranquilo para ti. El fin de ésta respiración es acompasar los ritmos del cuerpo uniendo en uno todo el ciclo que involucra los pulmones, el corazón y la circulación.

RESPIRACION COHERENTE O COORDINADA: colócate cómodo con la espalda bien erguida, ojos cerrados o mirada al horizonte. Inspiraremos por la nariz y espiraremos por la misma o por la boca. La clave está en realizar un ciclo de 5,5 segundos de inspiración seguidos de 5,5 segundos de espiración sin realizar ninguna pausa en ningún momento, es decir, cada ciclo debe durar 11”. Realizaríamos así ciclos que van desde las 10 respiraciones como mínimo hasta las 50 incluso, siempre marcado esto según tu capacidad.